Modelos educativos de México vs. Alemania, diferencias.
“Este artículo lo escribo con base en mis experiencias y reflexiones de vivir, estudiar y dar clases en ambos países”.
Omar García Vera, Director de Tecnología e Innovación en Xiuh Consulting
Los modelos educativos son tan importantes como la calidad de la educación. Los modelos educativos son el conjunto de procesos, estrategias y esquemas usados para lograr la transmisión de conocimiento entre nuestra especie. Estos modelos ayudan a mantener el nivel entre organizaciones y fomentan la evolución de los procesos actuales. Si bien es posible encontrar conocimiento de muy buena calidad en México, aún hay mucho que reforzar en nuestros modelos educativos.
Podemos analizar los modelos educativos de ambos países partiendo desde dos puntos: social y académico. El método de educación social es aquel que se elabora y se vive de manera colectiva en una sociedad. Es el responsable de determinar, criticar y enfatizar ciertos comportamientos de quienes conforman una comunidad. Los modelos académicos son aquellos que determinan los procesos, enfoque y contenido en relación técnica de distintas áreas de experticia. La combinación de estos dos modelos, serán los responsables en gran parte de la personalidad y el desarrollo de la gente en un país.
Diferencias en modelos educativos – Sociales
Los modelos educativos sociales que conforman un país determinan en gran magnitud sus resultados en el futuro. Si bien un país tiene muchísimos procesos activos, aquí hay algunos para reflexionar y comparar.
Alemania:
- La percepción de los alemanes de sí mismos gira entorno a la idea de “Somos alemanes y siempre hacemos bien las cosas”. Este pensamiento empuja a sus ciudadanos a exigir más de ellos mismos y los incentiva a realizar cosas grandiosas en pro del desarrollo de su país. También los hace más críticos con los resultados de sus compatriotas, siendo más estrictos para dar reconocimientos.
- Enfocan su desarrollo y sus acciones en base al beneficio colectivo sobre del beneficio personal. Este estilo de ver la vida resulta en un conjunto de reglas que podrían experimentarse como falta de libertad para quien no ha crecido con ellas. Por ejemplo, los alemanes valoran la obscuridad y el silencio, por lo que si has caminado en las calles alemanas te habrás dado cuenta de que la gente evita hacer mucho ruido y sus calles son bastante obscuras. De la misma forma hay reglas para escuchar música, separar la basura, el uso de su transporte publico y mil reglas más que se enfocan en asegurar la privacidad y tranquilidad de los demás y del medio ambiente.
- Durante el proceso de crianza de los niños, se enfatiza el valor de la independencia y el autoaprendizaje. Los niños en Alemania tendrán que aprender a moverse por ellos mismos desde edades tempranas y a vivir con las consecuencias de sus decisiones.
- La medicina es solo para situaciones graves. En Alemania, las enfermedades se enfrentan de manera muy distinta a Latinoamérica. El control de medicamentos es bastante restringido a la población y solo situaciones realmente graves serán merecedoras de algo más fuerte que el bien conocido paracetamol.
- “Pagamos muchos impuestos porque con eso aseguramos nuestra calidad de vida”. Esta frase puede resultar bastante extraña para nosotros en México. En Alemania, los altos impuestos les permiten asegurar salud y educación de primera a todos sus residentes, además de sus excelentes carreteras, transporte público moderno, infraestructura, investigación y un montón de beneficios sociales como el seguro de desempleo. La población alemana entiende y fomenta la presencia de los impuestos para que las próximas generaciones puedan disfrutar de los mismos o mejores beneficios.
- Los alemanes buscan enriquecer sus conocimientos a través de otros. Es muy común asistir a reuniones intelectuales donde se debaten temas, exponen sus trabajos y se organizan para emprender. La educación continua es una constante, ¿cuánto gastas al mes en incrementar tu educación?
- Desde pequeños, es común que los niños descubran y seleccionen un “hobby” que los represente como individuos y los haga felices. Estos “hobbies” pueden durar toda la vida, y muchas veces alcanzan niveles profesionales.
- Política de no regateo. Regatear es una actividad muy antigua y que es bastante común hoy en día. Los alemanes ven mal la acción de regatear el trabajo de sus conciudadanos, consideran que el valor del buen trabajo debe ser bien remunerado y la acción de regatear resulta en empobrecimiento.
- Honestidad y asertividad. Los alemanes son personas que se caracterizan por su brutal honestidad y asertividad. Estos valores les permiten dar retroalimentación real y valiosa a los demás a costa de lastimar a algunos en el camino.
- La puntualidad es obligatoria.
México:
- El concepto del mexicano de forma colectiva esta orientado a la idea de: “somos mexicanos, no pasa nada, así está bien”. De igual forma que los alemanes, esta idea de nosotros mismos puede no aplicar para todos, pero si representa a un gran porcentaje de nuestra población. “La mexicanada” y el “ser chingón” como términos de hacer algo mal que resultó bien para quien lo realiza, son de las muchas frases que limitan nuestro desarrollo.
- No hay nada más importante que la familia. Es un pensamiento común y popular en México. Esta frase genera una división inmediata entre los míos y los demás, que puede resultar en decisiones egoístas que generan separación. Sin embargo, México sí es un país muy familiar que procura constantemente a la gente que los vio crecer y que mantienen conexión con ellos durante toda su vida. Este nivel de cercanía a veces resulta extraño para el pueblo teutón.
- México es un país de extremas libertades mal utilizadas. En México existen pocas normativas que nos obliguen a actuar de manera respetuosa y ordenada o por lo menos, carecemos de sistemas que se aseguren de que cumplamos. Esto genera que muchas de nuestras decisiones solo estén basadas en el efecto inmediato a nuestra persona, y a nuestros familiares y amigos. La conciencia colectiva en México sigue en desarrollo.
- Es común en México que generemos más confianza en productos y servicios extranjeros que en nuestras propias industrias. Esta misma desconfianza está originada en nuestra idea colectiva de que hacemos mal las cosas y que “los de fuera” saben hacerlo mejor. Este tipo de modelo hace muy difícil el emprendimiento en México y fomenta más industrias que hacen las cosas al “ahí se va”. Excepto tal vez por la gastronomía.
- La carrera hacia el fondo. El enfoque común de los productos y servicios está en el precio final, lo que hace muy difícil a industrias mexicanas competir contra los gigantes y las ofertas del mercado se encaminan a malbaratar los precios con tal de vender.
- Tengo que ir a la escuela. Frase célebre en México que solemos expresar repetidamente con malestar. En México, la educación muchas veces es forzada por nuestros padres, pero pocas veces es vista como un regalo en vez de una carga.
- Si Dios quiere y la eterna esperanza. La religión en México es un pilar bien establecido en la sociedad. Desde pequeños somos criados de manera muy cercana a la iglesia (quienes en mi opinión hacen una buena labor social). Sin embargo, crecemos con el ideal de la esperanza, que termina siendo la válvula de escape para muchos que no están dispuestos a hacer que las cosas sucedan y viven a la espera de que sus sueños se cumplan por acto de magia.
- La puntualidad es sugerencia.
La base de un país próspero recae en la unión de sus ciudadanos, cosa que los alemanes practican y que los mexicanos podemos integrar a nuestros modelos.
Diferencia entre modelos educativos – Académico
Alemania:
- El sistema educativo está estandarizado y regulado en el país. Los alemanes son famosos por sus reglas y sus estándares. La educación es una de esas industrias que vigilan con lupa. Su sistema educativo está diseñado para asegurar el nivel entre escuelas, por lo que resulta muy difícil certificar y autorizar un nuevo centro educativo.
- La educación es gratuita y está disponible para todos. La educación universal es un sueño hecho realidad en Alemania. Cualquier individuo aceptado en alguna de sus instituciones puede gozar de este beneficio.
- Los niveles de educación son desbloqueados a partir del logro acumulado. No todos pueden estudiar la universidad. Con base a tus resultados durante la educación básica, será que definas si podrás aprender un oficio, una carrera técnica, una carrera en ciencias o si algún día podrás optar por un doctorado.
- Participación temprana en la ciencia. Las escuelas primarias en Alemania deben de tener una participación con la investigación y la ciencia. Desde temprana edad, los alemanes son presentados con distintos proyectos para despertar la curiosidad en las ciencias y fomentar una carrera que culmine en doctorado.
- Proyectos educativos enfocados en resolver problemas reales. Cuando los estudiantes alcanzan el equivalente a la preparatoria, el esquema de los proyectos pasa de un enfoque basado en cumplir a un enfoque basado en resolver. Es común que algunos proyectos de materias tomen años en terminarse, pero justo de esos proyectos es de donde se alimenta la comunidad emprendedora en Alemania.
- No hay prisa por terminar, hay ganas de hacerlo bien. En Alemania es común encontrar gente en sus 30s estudiando una carrera universitaria. Incluso es normal que algunos tardan el doble de años en terminar sus estudios. Los alemanes buscan balancear sus estudios para sacar el mayor provecho y eso a veces requiere de pausas para madurar.
- Educadores de todos los niveles son expertos en sus áreas con ganas de apoyar. No todos los maestros en Alemania son académicos reconocidos, de hecho, muchos de sus mejores maestros son profesionistas que han ejercido su arte por muchos años. Esta participación de la sociedad en la educación ayuda a elevar el nivel educativo.
- Ser maestro o profesor es una posición social. Ser maestro en Alemania es tarea difícil, hay pocos puestos y la competencia es dura, pero el reconocimiento es enorme. Ser maestro en Alemania genera mucho respeto y solo aquellos que logran ser excelentes educadores y además son reconocidos en su industria pueden ser acreedores al título de profesores.
- “Lo hice mejor de lo que esperaba” es la frase que usan los alemanes para retarse a sí mismos. La mejor competencia es la que hacen contra ellos mismos y están tratando de vencerse continuamente. Esta lucha infinita es en gran parte su secreto del éxito.
México:
- Sistema educativo público desatendido. Es bien conocido que nuestro sistema educativo carece de infraestructura, equipo y muchas veces de personal calificado. A pesar de las grandes necesidades del sector, se han hecho grandes avances en los últimos años.
- La educación privada como separador social. La división ente clases empieza con el acceso a la educación privilegiada. Si bien no todas las escuelas privadas son buenas ni todas las públicas son malas, el sector privado puede ofrecer mejores beneficios a sus educadores, por lo que es más común encontrar mejor educación en el sector privado. Esta separación de conocimiento se hace más grande con el tiempo y separa más a las distintas clases sociales.
- Enfoque en el papel no en el conocimiento. El clásico “papelito habla” es muchas veces la razón principal por la que algunos deciden asistir a una universidad. Sin embargo, el reconocimiento de graduación no representa necesariamente conocimiento.
- La ciencia es para los que van a ser maestros, es un preconcepto que solemos escuchar mientras crecemos. La ciencia en nuestro país ofrece pocas oportunidades, por lo que para aquellos que deciden perseguir este sector, se quedan en el camino y terminan dando clases. Sin embargo, un país que tiene fuertes bases en las ciencias es un país que puede aportar nuevas tecnologías al mundo y que gradualmente es capaz de ofrecer servicios de alto valor. La clave está en usar la ciencia como fuente de emprendimiento.
- Los maestros en México son muchas veces vistos como una profesión de segunda. El reconocimiento de los maestros se ha ido deteriorando con el paso del tiempo. El deterioro está asociado a los muchos abusos del sistema educativo y a los beneficios tan limitados que se ofrecen a quienes participan en esta labor.
- Proyectos enfocados a cumplir con tareas en tiempo y forma. Los proyectos en las academias mexicanas están muy enfocados en utilizar un concepto y cumplir con un entregable. Si bien este tipo de proyectos son útiles para reafirmar conceptos, la mayoría de los problemas del mundo no pueden ser resueltos en 3 semanas. El enfoque de proyectos basado en problemas ayuda a generar experticia en más de un concepto y a su vez, genera nuevas oportunidades de negocio.
- Poca participación de los expertos del país en la educación. Los profesionistas más exitosos del país están alejados de la academia y se encuentran ejerciendo dentro de organizaciones o encabezando compañías. Todo el conocimiento y experiencia recolectado por aquellos que han sabido brillar queda solo repartido en sus círculos cercanos. La participación en la educación es lo que puede llevar al país al siguiente nivel.
- “Lo hice mejor que…”, es una frase que solemos utilizar para conformarnos de nuestro resultado. La idea de “ganar” a aquellos que nos acompañan resulta más importante que vencernos en nuestro propio camino. Para poder alcanzar el nivel más alto de desempeño es necesario competir contra nosotros mismos.
Los alemanes tienen uno de los modelos educativos más exitosos del mundo. Algunas de sus acciones recaen en pequeñas decisiones que tomamos como individuos. Los invitamos a reflexionar sobre las diferencias entre países. ¿Creen que nos iría mejor con modelos educativos como estos?
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